De Romanes y policías
Hoy estuve involucrado en una conversación interesante. Un colega me dijo sorprendido “Es increíble. Boca va a pagar más que los equipos europeos, incluso más que el mismo Villarreal cuando se lo llevó, para concretar la vuelta de Román, que encima no va a poder jugar el torneo más importante de Boca en los últimos años. ¿Cómo puede ser?”

Finalizado el préstamo, Román volvió a España y se dedicó, además de a patear tiros libres, a negociar su vuelta, a sabiendas de que no tendría un lugar en Villarreal.
Ahora es nuevamente Boca el que se quedará con Román, y para ello tendrá que desembolsar nada menos que 15 millones de dólares.
Es cierto. Boca va a pagar más que ningún club por el pase de Riquelme, que encima no podrá jugar hasta el año que viene, ya que los mismos dirigentes xeneizez omitieron incluirlo en la lista del Mundial de Clubes.
Ahora, lo interesante de la conversación, más allá del culebrón Riquelme, es que justo en ese

“¡Pará!”, me nació decir en un arrebato de sentido común. ¿Por qué no veo en TN, Crónica, diarios y sites, miles y miles de notas sobre este tema con lujo de detalles y datos insignificantes como sí aparecen de Riquelme cada vez que habla de cualquier cosa en su tono monocorde?
Más allá de estar o no de acuerdo con el ministro de Seguridad bonaerense, me parece que habría que debatir bastante más sobre este tipo de medidas, como tantas otras que me cuesta creer, en vez de darle y darle a cosas que, por más hinchas que seamos, no nos competen en lo más mínimo.
Este muchacho Arslanian, decidió promover a 9.193 policías, de los cuales 6.366 no terminaron el secundario. El funcionario (nunca tan funcional), admitió que se intimó a los suboficiales para que terminen, pero dijo que ante "la necesidad de tener que hacer horas extraordinarias para poder tener niveles de ingreso aceptables, muchos no pudieron terminar los estudios".
¿Estamos todos locos? ¿Esa es la justificación? Ok. Los policiás ganan mal. Tienen que trabajar mil horas (lo que indefectiblemente termina con una mala realización de sus tareas, como le pasa a cualquier trabajador cuando se lo explota), y por eso no tiene tiempo para terminar de instruirse. Entonces, el Gobierno lo que hace es… Ascenderlos diciendo “Bueno, ya fue… no pudieron loco… bánquenlos”.
Lejos de facilitar planes estudiantiles para adultos, promover las buenas condiciones laborales al interior de las instituciones públicas y garantizar igualdad de condiciones de aprendizaje para todos, deciden hacer como que no pasó nada y seguir justificando lo injustificable.
Total… Quién lo va a notar. Con el quilombo que hay con Riquelme…